Ideas de catedrales, columnas de pensamientos, lluvias torrenciales que hagan rios los arroyuelos. Como potra desbocada boca sedienta de besos, con melena ondulada que le cubra espalda y pecho, airosa y deseada. Es la mujer de mis sueños. Ignacio Castillo Álvarez | | Ella se quedó dormida y yo me quedé llorando, cuando me duerma ese día ya me estará esperando. Vivo con la euforia que dejó en mi memoria fe, esperanza y la gloria de encontrarnos otra vez. Fe con la esperanza de un nuevo amanecer, donde ni ella esté llorando ni llorando yo esté, a ella se la llevaron dormida y gimiendo yo me quedé. El abuelo miraba al cielo y más que oraba gemía, allí estará mi ella entre sollozos decía: Era mi faro, mi estrella, era mi todo, mi guía, yo quisiera unirme a ella cuando me llegue ese día. Ignacio Castillo Álvarez |